Hace poco elegí ser actor. Me costó decidirme. Ahora que lo hice no voy a jugar a medias tintas. En este blog publicaré todos los éxitos, fracasos, alegrías y tristezas de mi carrera. Bienvenidos a los entretelones de la vida de un actor. Pónganse cómodos. Espero que cuando caiga el telón aplaudan de pie.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Me rechazaron

Primer casting en el que me va mal. Este blog arrancó con el pie izquierdo. No me eligieron, no quedé. Primer rebote y me acuerdo de las pibas que me mandaron al descenso. Algo sé de rebotes. Aprender de los traspiés ayuda a crecer. Aprender del proceso y no del restultado, eso es lo que me sirve. Esta situación va a fortalecerme para el futuro, para las próximas pruebas.

Y el futuro llega al toque. Este viernes tengo función en "Kafka, negro de tan preciso". Por suerte nos está yendo muy bien. El teatro independiente es un camino jodido. Los reveses sobran y los triunfos escasean, pero bien que valen la pena. Muchas veces me pregunto si es correcto seguir en este barco que pierde el rumbo fácilmente, con colegas que se frustran y se bajan de los proyectos, esperando que llegue algún subsidio o inventando rifas, fiestas, varietes para bancar los gastos. Todo para mantener en escena todo el laburo que realizamos. Es desgastante.

Si. Todo parece negativo y que estoy a las puteadas por el casting; pero no es así. El mal humor desaparece cuando tengo función. La adrenalina que vivo antes de salir al escenario a enfrentar a ese mounstro, sin más armas que mi cuerpo, es inexplicable. En ese momento recuerdo cada uno de los momentos que viví para poder estar ahí, frente al público: cada fin de semana sacrificado, horas de sueño, de estar con mis amigos y seres queridos, etc. Todos esos recuerdos desaparecen cuando percibo la magia de la actuación. Antestesia para los dolores físicos, angustias, enojos y demás sentimientos.

Por último, llega el aplauso final. El alimento de todo actor. El reconocimiento de que las cosas valen la pena.

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