Hace poco elegí ser actor. Me costó decidirme. Ahora que lo hice no voy a jugar a medias tintas. En este blog publicaré todos los éxitos, fracasos, alegrías y tristezas de mi carrera. Bienvenidos a los entretelones de la vida de un actor. Pónganse cómodos. Espero que cuando caiga el telón aplaudan de pie.

lunes, 9 de agosto de 2010

La noche que reemplacé a mi ex profesor

Viernes 00.40. El reloj marcaba el final de una nueva función de Kafka. De regreso, en el camarín, me sacaba el traje del personaje, salía del mundo kafkiano, me cambiaba para saludar a la gente que vino a apoyar. En el celular tenia 3 mensajes.... Uno era de mi viejo que me banca incondicionalmente función a función y con el cual tenemos la cábala de mandarnos mensajes de aliento minutos antes de cada función. El otro mensaje era de mi amigo X que avisaba que no llegaría a ver la obra. El último era de Pablo Chao, mi ex profesor de teatro durante dos años y uno de los principales responsables de que haya decidido ser actor. Su mensaje decía: "Hola Marcos, ¿cómo estás? Mariano se enfermó y me preguntó Christián (el director) si estas para salir a la cancha". No dudé un segundo en dar el sí. La obra es "El Monstruo tan temido" en la cual ya hace unos tres o cuatro meses que vengo hacieno la asistecia de dirección. Si bien no pude estar desde el comienzo, es decir, durante el proceso de ensayos y creación de la obra, en cada función aprendo mucho. Además era una gran oportunidad para mostrarme y codearme con estos grandes actores. Es un verdadero placer formar parte de este grupo humano que no sólo me hace sentir parte del mismo, sino que me brinda plena confianza. Tal es así que finalmente me llegó la oportunidad de mostrarme como actor. Mariano, uno de los actores, estaba enfermo, por lo que Christián decidió que Pablo interprete el papel de Mariano y que yo personifique el de mi ex profesor Pablo. En pocas horas del sábado tuve que aprednerme el papel y la letra. Una mezcla de nervios, ansiedad e incluso seguridad corría por mi cabeza desde que me enteré de la noticia.

El sábado a la mañana me levanté temprano. Fui a un ensayo que estoy haciendo con cuatro compañeros del curso de Alejandro Catalán para ver si armamos una presentación. Almorzamos juntos y me puse a repasar la letra y movimientos de "Huerquen" el simpático personaje que tendría que interpretar esa misma noche en El Monstruo. Si bien lo conocía bastante ya que sábado a sábado lo disfruto desde la cabina de sonido y luces, el darle carne a ese personaje era un desafío muy especial para mí. Primero y principal porque hacer el personaje de un ex profesor no es nada fácil. No sé a cuantos actores les habrá sucedido una cosa así. Segundo, porque compartir el escenario con este tipo de actores fue una sensación muy emocionante.


Durante la función me sentí muy cómodo y las cosas salieron como esperaba. Por suerte, no desentoné en la obra. Esa era una de mis principales preocupaciones. La experiencia de actuar en el "Teatro del Abasto", dónde vi infinidades de obras y de grandes actores, fue única. Desde el momento en que pisé ese escenario sentí la magia de estar viviendo ese aquí y ahora, de convertirme en Huerquen, el simpático trobador que nació fruto de la relación entre su madre y un indio de la zona y que tiene el don de ver el mal de ojo, de ver las cosas antes de que sucedan.

Fue un fin de semana a puro teatro viviendo como un verdadero actor. Estoy seguro de haber dado un paso enorme.

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